
The Nook es uno de los locales nuevos que tenía en mi lista de pendientes y cuando hace un par de semanas recibí por su parte una invitación para asistir a uno de sus brunch, no me lo pensé ni un minuto.
El local está genial. Es un espacio totalmente abierto (incluida la terraza) que da una sensación de amplitud y confort tremenda. Su concepto es diferente a lo que estamos acostumbrados en Zaragoza. Un coffee shop diferente cuyos productos son artesanales y de importación, con exclusividad en Zaragoza. Pretende ser un lugar de encuentro entre diferentes culturas y su personal puede conversar contigo en castellano o en inglés, como tu prefieras. Tienen también tertulias y cenas en inglés, además de celebrar diversos eventos en los que se potencia la conversación en inglés. Disponen de comida para llevar y puedes ir con tus mascotas (tienen una zona acondicionada para ellas). Cuidan hasta el más mínimo detalle, hasta el agua está embotellada con su logotipo, así como su cerveza artesana (una suave cerveza con toques cítricos que me encantó).

Por lo que he podido apreciar, son imprescindibles sus hamburguesas así como sus viernes de Fish&chips. Tengo que volver para probar ambas cosas.
Desde su apertura y hasta esta semana, todos los domingos a las 12:00 podías disfrutar de su brunch, una fórmula en la que por 10.95€ tenías a tu disposición diferentes combinaciones de productos que han hecho las delicias de todos los que las han probado. Sus brunch volverán en septiembre con una nueva vuelta de tuerca que los va a hacer más auténticos si cabe. Por si alguien no sabe qué es un brunch, es un anglicismo que proviene de la unión de breakfast (desayuno) y lunch (comida). Se toma mucho los fines de semana cuando se levanta uno tarde y no sabe muy bien si desayunar o comer (a mi me recuerda a nuestra merienda-cena jiji). Realmente los brunch británicos son muy bestias, pero aquí en España, los locales que los preparan, suelen hacerlos un poco más suaves.
Durante todo el brunch estuvimos estupendamente atendidos por Paula, que resolvió todas nuestras dudas y nos contó un montón de cosas sobre el local y su concepto. Además de ella, Sofía también se portó genial con nosotros y nos atendió a las mil maravillas. Como anécdota, indicar que uno de sus vinos es de los viñedos de Francis Ford Coppola (lo siento, tenía que contarlo porque me encanta ese director jeje).
Nos recibieron con una mesa super bien organizada en la que no faltaba el más mínimo detalle. Los platos de loza son iguales a los que todavía tenemos en mi casa del pueblo, solo que los nuestros tienen el ribete azul jeje.

Tras contarnos un sinfín de cosicas sobre los cafés de The Nook (disponen de 3 variedades para elegir) nos prepararon a cada uno el café como más nos gustase así como un zumo de naranja natural. Ah los cafés, hechos de lujo, con espumica, como a mi me gustan.

A continuación, un super bol de fruta fresca: fresas, plátano, melocotón, papaya…. Fruta recién cortada de la mejor calidad.

Para continuar, un vaso de yogur con muesli. Como todavía me quedaba algo de fruta, la mezclé con él y el resultado fue impresionante. Tengo que reconocer que a mi el muesli no me va mucho, pero al César lo que es del César, estaba tremendo.

Siguieron con lo que para mi es un imprescindible en todo brunch que se precie: Los bagels. Unos eran de pan con semilla de amapolas, salmón y rúcula y otros de pan con sésamo, jamón y queso. Tengo que reconocer que para mi los de salmón fueron los mejores.


A continuación nos sirvieron un Green Lovers, una de sus especialidades. Es un crujiente bocadillo hecho con verduras a la parrilla, tomates secos, tofú y queso. Todavía se me hace la boca agua al recordarlo.

Para finalizar y como colofón a un Bruch impresionante, los waffles o gofres. Nos ofrecieron la posibilidad de tomar solo los dulces o probar también sus gofres de bacon crujiente y sirope de arce. Blanco y en botella: ambos jeje. El de bacon crujiente y sirope de arce fue para mi el gran descubrimiento de este brunch. La mezcla de sabores combina a la perfección y está espectacular, eso si, no te pilles uno entero porque puedes morir en el intento jeje. (Puedes pedir medio sin problemas).

El gofre dulce que nos pusieron llevaba sirope de chocolate, fresas naturales y helado de nata. También estaba increíble, pero es complicado superar la sorpresa del gofre de bacon.

Lo próximo, ir a probar sus fish&chips, su hamburguesa y ese tremendo bocadillo de roastbeef del que tanto me han hablado (Nelson, todo nota jajajaja).