Pues si, yo también soy una impostora al más puro estilo Falsarius Chef. Si, a pesar de lo mucho que me gusta cocinar, yo también tengo días en los que no me apetece un colín el meterme en la cocina. Pero hay que comer… y para ello podemos recurrir a nuestra imaginación y nuestras amigas las latas (venga, los botes también están admitidos, no se vayan a molestar).
Hoy ha sido uno de esos días y trasteando en mi despensa, este platejo es el que se me ha ocurrido. El resultado ha sido para repetir. Nos ha gustado mucho a los dos, así que ya tengo otro plato para esos días en los que quiero preparar la comida en 5 minutos jeje.
Espero que os guste tanto como a nosotros.
No os voy a prometer publicar más a menudo porque estoy en un momento de cambios en mi vida y no se cuando me apetecerá hacerlo. Si todo va bien, en junio seremos papis y hasta entonces todo dependerá de lo que me apetezca cada día o de como me encuentre.
Ingredientes para 2 personas:
Un bote o lata de guisantes cocidos
2 latitas pequeñas de atún en aceite de oliva
1 trozo de cebolla dulce Fuentes de Ebro (Si no sabes donde comprarlas, pincha aquí)
6 cucharadas de tomate frito estilo casero
2 huevos
Elaboración:
Picar la cebolla bien pequeñita.
Escurrir el aceite del atún en una sartén. Si se ve que hay poco aceite, añadir un poco más. Agregar la cebolla picada y pochar.
Cuando la cebolla esté transparente, añadir el atún bien desmigado y dar unas vueltas al fuego. Agregar los guisantes escurridos y el tomate frito.
Cascar los dos huevos y agregarlos sobre la mezcla que tenemos en el fuego y revolver todo bien.
Servir recién hecho.