Fue ver esta receta, ahora mismo no recuerdo dónde, y decidir que la tenía que hacer si o si. Solo había que buscar una oportunidad para hacerla ya que sino nos la acabaríamos comiendo Miguel y yo mano a mano y no era plan.
En Pilares vinieron a vernos nuestros amigos Marisol, Roberto, Carol y Toño con sus peques, Paula y Vera, que se llevan muy poquito con Daniel, y fue la oportunidad buscada (para que veáis lo poco inspirada que estoy últimamente que la tenía pendiente de publicación desde entonces).
Cuando Carlos Espatolero propuso hacer una receta con queso, no lo dudé ni un instante, ésta era la receta perfecta. Es una tarta sencilla que está deliciosa y que sorprende un montón por su combinación de sabores. Os la recomiendo 100%.
Ingredientes:
300 g de galletas oreo
375 g de queso de untar
100 g de azúcar glass
200 g de nata 35% M.G.
100 g de leche
6 láminas de gelatina neutra
Elaboración:
Con una cuchara, quitar la crema de las galletas y reservar en un cuenco.
Picar todas las galletas menos 12 mitades que reservaremos. Añadir 75 g de queso de untar y con la mezcla resultante cubrir el fondo del molde que vayamos a utilizar. Esa será la base de la tarta. Meter en la nevera.
En agua fría, hidratar la gelatina.
Calentar en el microondas la leche y deshacer la gelatina hidratada. Dejar que enfríe un poco.
En un bol, batir los 300 g de queso de untar restantes junto con el azúcar glass y la crema de las galletas. Triturar 6 de las mitades de galleta reservadas y añadir a la mezcla de queso. Agregar la leche templada con la gelatina.
Montar la nata y añadir a la mezcla anterior. Cubrir con esta mezcla la base que teníamos en la nevera y volver a guardar en frío mínimo un par de horas (aunque es mejor toda la noche).
A la hora de servir decorar con las 6 mitades restantes de galletas.